Emilio Sagi: “El concepto de éxito es un poco presuntuoso: no todo es blanco o negro"
- LeChatBeltza
- 5 nov 2018
- 5 Min. de lectura
El director de teatro asturiano habla sobre su experiencia en el mundo de la escena

Camino DÍEZ LLAMAZARES
Emilio Sagi es un asturiano que ha dado la vuelta al mundo como uno de los mejores directores de escena a nivel internacional. Ha sido galardonado con numerosos premios a su carrera y a determinadas producciones que le han convertido en la estrella que es hoy.
Se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo y viajó hasta Londres para estudiar Musicología posteriormente, hasta que en 1980 se presentó por fin como Director de Escena con “La Traviata”, en Oviedo. Desde entonces, ha sido director de varios teatros en España y el último en dirigir una zarzuela completa en el Teatro Real de Madrid en el año 2017, acompañado de su colega y amigo Plácido Domingo.
¿Cómo un estudiante de Filosofía y Letras acaba siendo director de escena?
Gajes del oficio: mi abuelo paterno fue cantante lírico, su hijo y mi tío Luis Sagi-Vela también, mi padre… Yo tenía una familia muy metida en esa historia del teatro.
Estudié filosofía porque me gustaba mucho y luego me sentí atraído por el mundo del teatro, lo que me llevó a crear un grupo de danza y teatro aun estando en la Universidad. Tras realizar mi tesis doctoral en Londres, estuve de asistente en el Covent Garden sin cobrar un duro y pude apreciar muchos montajes de ópera. Al volver de Inglaterra, me ofrecieron dirigir una ópera en Oviedo y así fue como debuté.
"Los tíos de los demás niños en el colegio trabajaban en cosas "normales" y a mí me parecía que mi tío era alguien especial"
Al tener tan cerca todo este mundo, ¿siempre quiso dedicarse a él?
No, yo era un crío. La primera vez que vi a mi tío cantar en el Teatro Campoamor (Oviedo) sólo tenía seis años: los tíos de los demás niños en el colegio trabajaban en cosas “normales” y a mí me parecía que mi tío era alguien especial. Eso también te marca un poco en la vida y así acabé siguiendo a esa saga de mi familia dedicada al teatro.
De todas formas, haberme doctorado en filosofía me ayudó mucho: trabajas con arte y literatura y todo eso te ayuda a poder analizar las obras que estás montando.
¿Qué producción recuerda con más cariño?
Después de tantos años, es muy difícil elegir una. Las últimas son siempre las que más recuerdas pero hay producciones mías que son muy recordadas y alabadas por el público; sin embargo, yo no podría escoger una, como tampoco podría decir cuál es la peor. Después de trabajar tanto en una cosa, te cuesta mucho escoger.
¿Hay alguna anécdota que recuerde memorable durante algún ensayo o producción?
Hay tantas… Hay historias divertidas y tremendas, como el típico cantante que no llega o se pone enfermo y el suplente aparece en el último segundo cuando el público ya está en la sala.
Recuerdo que una cantante muy famosa que recibía halagos hacia su cuerpo continuamente a pesar de ser ya una mujer entrada en años, un día se me acercó y me dijo: “Todos dicen que estoy muy guapa pero no saben que ahora llego al hotel y de cena sólo me como una loncha de jamón; aunque hoy estoy de suerte porque la acompaño con una de queso” (ríe). Hay muchas historias y es casi imposible acordarse de todas.
De todos los artistas con quienes ha trabajado, ¿le gustaría reencontrarse con alguno en escena?
Tengo muy buena relación con casi todos los cantantes con los que he trabajado y todos ellos son muy famosos. He trabajado con Plácido Domingo, mi amiga Montserrat Caballé, Alfredo Kraus… También he trabajado con Carlos Álvarez, que está haciendo una carrera estupenda, y con Sonia Yoncheva en La Scala de Milán, que se ha convertido en una estrella y canta en los teatros más importantes. Me encantaría poder volver a trabajar con todos ellos y, de hecho, el año que viene trabajaré de nuevo con Sonia Yoncheva.
Llevo tantos años en la carrera que ya conozco a todos y todos me conocen a mí: es mucho más fácil y más agradable cuando ya has trabajado con alguien y os volvéis a encontrar.
"En esta vida hay que ser inteligente y no dejarse llevar por tonterías: saber dónde estás y con quién estás"
En el periódico ovetense La Nueva España declaró que "esto del teatro y la música es un proceloso mar". ¿Qué cree que es lo que más le ha ayudado a no hundirse y ahogarse?
Ser prudente y un poco listo. En esta vida hay que ser inteligente y no dejarse llevar por tonterías: saber dónde estás y con quién estás. Seguir con tus valores o tus skills, como dicen los ingleses, te impide ahogarte en ese proceloso mar. Tampoco es bueno ser pretencioso; pienso que ser orgulloso y pretencioso suele traer malos resultados.
La revista internacional Opera World (pt. 1) le nombró la “leyenda de la escena” (pt. 2). Después de tantos años trabajando y enfrentando tantas críticas positivas y alabanzas, ¿considera que ha alcanzado el éxito?
Yo creo que no me ha ido y no me va nada mal. Pero tampoco sé qué es el éxito.
Sólo sé que me gusta mucho mi trabajo y puedo seguir viviendo de ello así que puedo decir que tengo mucha suerte. El concepto de éxito, igual que el de felicidad, es un poco presuntuoso: no todo es blanco o es negro.
¿Cuál diría que es la clave para ser un buen director de escena?
Tener talento. Saber analizar y sacarle punta a una obra que se escribió en 1850 o 1710 para un público de hoy, un público totalmente actual y modernizado.
Se sabe que ahora está en París, ¿podría desvelar en que está trabajando?
Efectivamente ahora estoy en París, con una comedia musical que se traduce “Piel de asno”, basada en el argumento de una película de Jacques Demy y con música de Michel Legrand, un gran compositor vivo encargado de la música de grandes obras maestras del cine, como “Las señoritas de Rochefort”. Además, reinauguramos con esta obra un teatro que lleva cinco años cerrado: el Teatro Marigny, en los Campos Eliseos.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Volveré a Francia en enero con una obra de Donizetti y posteriormente iré a Nápoles. En Bilbao, haré otra comedia musical muy divertida en el Teatro Arriaga que se llama “Luna de miel en El Cairo” y se estrenará el 4 de abril. Después iré a Valencia y acabaré la temporada con una zarzuela en Oviedo. Los próximos años también tengo planes, pero después de tanto tiempo y tanto trabajo, prefiero tener unos días de descanso entre una cosa y otra.
Comments